El sistema de escape automotriz moderno es mucho más avanzado que lo que estaba disponible hace solo un par de décadas. Después de reconocer que el automóvil promedio era una de las principales fuentes de contaminación global, el gobierno de los Estados Unidos promulgó la Ley de Aire Limpio, requiriendo que todos los vehículos fabricados después de esa fecha tuvieran un catalizador operacional, entre otros componentes importantes. Su "gato" se sienta en línea en el sistema de escape de su automóvil, trabajando silenciosamente y reduciendo las emisiones nocivas.
¿Qué es eso?
El convertidor catalítico tiene un trabajo: reducir las emisiones nocivas en los gases de escape de su automóvil para ayudar a mitigar la contaminación. Utiliza un catalizador (en realidad más de uno) para convertir sustancias químicas nocivas como monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno en sustancias inofensivas. El catalizador puede ser uno de tres metales, o una combinación de los tres:
- Platino
- Paladio
- Rodio
Algunos fabricantes de convertidores catalíticos ahora están agregando oro a la mezcla, porque en realidad es más barato que los otros tres metales y puede ofrecer una mejor oxidación de algunos productos químicos.
¿Qué es la oxidación?
La oxidación se usa en este sentido para significar "quemado". Esencialmente, el catalizador se calienta a temperaturas muy altas. Estas temperaturas se combinan con las propiedades únicas de los metales utilizados como catalizadores para crear un cambio químico en las sustancias no deseadas. Al alterar la composición química, se vuelven inofensivos.
El monóxido de carbono (que es venenoso) se convierte en dióxido de carbono. Los óxidos de nitrógeno se dividen en nitrógeno y oxígeno, dos elementos naturales en la atmósfera de todos modos. Los hidrocarburos que quedan del combustible no quemado se convierten en agua y dióxido de carbono.