Mantener la cantidad correcta de refrigerante en un automóvil es esencial para mantener el motor a la temperatura adecuada. No tener la cantidad adecuada de refrigerante o incluso elementos malos del sistema de refrigeración puede provocar daños. El flujo de refrigerante del motor al núcleo del calentador es importante. La única forma de regular este flujo es tener una válvula de control del calentador completamente funcional. Hay varias cosas que pueden ensuciar el flujo de refrigerante, como el daño a la válvula de control del calentador. Cada vez que enciende su automóvil, la válvula de control del calentador tendrá que encenderse y hacer su trabajo para mantener la temperatura interna de un motor regulada.
Se supone que la válvula de control del calentador durará tanto como el automóvil. Hay una variedad de problemas que pueden hacer que esta parte tenga que ser reemplazada. Si se reemplaza la válvula del calentador, entonces tendrá que pedirle a un mecánico que eche un vistazo al resto del sistema para asegurarse de que no haya daños adicionales que corregir. En algunos casos, el interior de la válvula del calentador se corroerá debido al refrigerante que pasa a través de él diariamente.
Generalmente, hay una variedad de cosas que notará cuando sea el momento de reemplazar su válvula de control del calentador. Cuanto más sepa sobre cómo funciona su sistema de refrigeración, más fácil le resultará detectar problemas cuando surjan. Si no se hacen las reparaciones oportunas para el sistema de refrigeración del automóvil, el motor se sobrecalentará y se producirán daños adicionales. Antes de que se cause un daño grave, haga que un mecánico profesional inspeccione y reemplace la válvula de control del calentador.
Estas son algunas de las cosas que puede notar cuando su válvula de control del calentador necesita reemplazo:
- El refrigerante del motor está goteando en todas partes
- El calentador en el auto no funcionará
- Hay refrigerante acumulado en el piso del vehículo
Cuando se detecten estos problemas, deberá actuar rápidamente para que el motor y el sistema de calefacción vuelvan a la normalidad.